El arte de escribir ni una palabra de más es un género en sí mismo. Tiene nombre: microrrelato. Y está en auge. ¿Cuáles son las causas del éxito de este formato literario? Se acopla a la perfección al signo de los tiempos, es decir, exige una lectura de corta duración y se presta a compartirlo en redes sociales.
«El microrrelato es de rápida letura pero realmente es muy exigente para los autores», explica Ana Añon, fundadora de Enfoque Líquido. Tiene sus propias reglas: juega con «la sugerencia, la elipsis, el ingenio y el humor», añade la docente, coach y escritora. «Requiere un lector culto que sepa interpretar lo que se le está contando en pocas palabras», agrega. Quien lo escribe y lo hace bien es porque sabe hacer «un uso muy potente del lenguaje, el ritmo y la retórica», matiza.
LAS PROVINCIAS busca en una nueva sección del suplemento cultural Palabras la microficción más ingeniosa y atractiva. A través de la sección ‘Cuentos mínimos’, el periódico ofrece un espacio al alcance de los escritores amateurs, experimentados y firmas invitadas. El microrrelato es pequeño pero cuenta algo muy grande. Este tipo de relatos busca ‘Cuentos mínimos’.